Tras abandonar el París Saint Germain, Messi optó por dar un cambio significativo en su carrera deportiva. Después de dejar su huella en el Barcelona y jugar dos temporadas en el equipo francés, decidió concluir su travesía europea al unirse a la Major League Soccer en los Estados Unidos, donde causó un auténtico revuelo con la camiseta del Inter Miami.
Con 36 años y solo unos pocos partidos disputados, el líder de la selección argentina ha dejado ya su marca histórica con las Garzas al lograr el primer título en la historia del club (Leagues Cup) y llegar a la final de la US Open Cup.
Además, fue fundamental en el esquema táctico de Gerardo Martino, contribuyendo con 11 goles y cinco asistencias en 14 encuentros. Culminó su año dorado al ampliar su leyenda con la obtención de su octavo Balón de Oro.
Ante este escenario, la prestigiosa revista estadounidense TIME lo seleccionó como el atleta del año.
«La verdad es que, afortunadamente, contaba con varias opciones atractivas y tuve que analizarlas y reflexionar, incluso consultando con mi familia, antes de decidirme por Miami. Mi primera alternativa era regresar a Barcelona, pero eso no fue posible. Intenté volver, pero no se concretó. También estuve considerando la posibilidad de ir a la liga saudí, donde conozco el país y han establecido una competición muy sólida que podría convertirse en relevante en el futuro».
«Como embajador de turismo del país, fue un destino que me atrajo, sobre todo por lo que he disfrutado de mis visitas, por el crecimiento del fútbol en la región y por el esfuerzo que están realizando para crear una competición de alto nivel», confesó Messi al abordar su decisión de mudarse a los Estados Unidos.
Y agregó: «Era entre Arabia Saudita y la MLS, y ambas opciones me parecieron muy interesantes».
El astro argentino rechazó el atractivo contrato saudí y optó por la serenidad que le ofrecía una ciudad como Miami. Un detalle intrigante de la oferta estadounidense fue la posibilidad de obtener una participación en la propiedad del equipo al retirarse y «una reducción sin precedentes de los ingresos generados por un socio mediático de la liga, en este caso, Apple».
«A los 36 años, dos décadas después de su carrera incomparable, Messi proporcionó un impulso singular al fútbol en Estados Unidos. La asistencia, los precios de las entradas, las ventas de mercancías y la audiencia se dispararon. Sus juegos adquirieron la sensación de un renacimiento religioso».
«Después de que Messi anotara un gol contra los New York Red Bulls en agosto, el rapero Fat Joe publicó en Instagram un video de él mismo, casi llorando, gritando ‘¡Messi! ¡Messi! ¡Messi!'», argumentó el periodista Sean Gregory en el artículo de Time.
Según el análisis, Estados Unidos, a pesar de ser un mercado deportivo lucrativo, nunca había abrazado completamente el fútbol. No obstante, esta situación comenzó a cambiar recientemente, y el país albergará tres grandes torneos en los próximos años, como la Copa América en 2024, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en 2025 y la Copa del Mundo en 2026.
«Seguramente esto atraerá aún más fanáticos. Pero Messi es un acelerador. Con el atleta más venerado e influyente del planeta jugando en Miami durante al menos los siguientes dos años, todavía desempeñándose en la cima de su juego, ganó otro Balón de Oro como jugador mundial del año, su octavo, a finales de octubre: Estados Unidos es ahora una nación futbolera. Una nación futbolística», afirmaron.
Otro indicador del impacto del desembarco de Messi en la MLS fue el aumento de espectadores en los estadios. La asistencia en el estadio del Inter Miami aumentó un 40 por ciento, siendo el mayor incremento en la liga.
En octubre, las Garzas se enfrentaron a Chicago Fire en el Soldier Field. A pesar de la ausencia de Messi debido a una lesión, se estableció un récord de espectadores con la impresionante cifra de 62,124 personas (el promedio del Fire es de 15,422).
«Lo más importante en este momento es recuperarme física y mentalmente, descansar, pasar tiempo con mi familia y amigos, y luego pensar en regresar con la misma pasión de siempre y con algunos retos especiales por delante», afirmó Messi.