Josephine Myrtle Corbin fue una artista de espectáculos que nació el 12 de mayo de 1868 en Tennessee, Estados Unidos, y quien se hizo conocida por una anomalía sumamente rara.
Nació con cuatro piernas y dos pelvis producto del dipygus, una deformidad congénita grave en la que el eje del cuerpo se bifurca a lo largo del torso.
Y es que una parte pertenecía a su hermana siamés no se desarrolló por completo en el útero materno, por lo que en su cuerpo quedó una pelvis y dos piernas de más.
Myrtle tenía el control de las extremidades de su hermana, pero nunca logró usarlas para caminar, mientras que a ella misma le resultaba bastante difícil moverse, consignó All That’s Interesting.
Según las crónicas de la época, la mujer podía mover sus cuatro piernas, aunque no era capaz de andar con las dos delanteras, ya que eran demasiado pequeñas y débiles para su peso.
Lo anterior no le impidió llevar una vida relativamente normal, pues sin muchas complicaciones creció y aprendió a controlar sus extremidades.
Corbin aprendió teatro y hacía exhibiciones en museos y otros escenarios. Entró al circuito de espectáculos secundarios con el apodo de “Chica de cuatro patas de Texas” cuando tenía 13 años.
Era conocida por vestir las extremidades adicionales con calcetines y zapatos, mientras se aseguraba de que todo combinara perfectamente.
Uno de sus primeros folletos promocionales la describía como “de carácter tan amable como el sol de verano y tan feliz como el día”.
Su popularidad en la industria fue tal, que compañeros de labores emularon su deformación con piernas falsas. De hecho, cuando la propia Corbin no actuaba, había varias mujeres con cuatro piernas a las que el público podía ver.
De acuerdo a History and Other Things, la división de su cuerpo empezaba a partir de la tercera vértebra lumbar, todo a partir de ahí se hacía doble.
A los 19 años se casó con James Clinton Bicknell, un médico con quien tuvo cinco hijos. Al tener dos pelvis, podía quedar embarazada por cualquiera de las dos.
Tres embarazos fueron en el lado derecho y dos en el izquierdo. En cada uno de ellos, todo el mundo le recomendaba abortar, ya que ponía en serio riesgo su vida. Aun así, cada alumbramiento fue un éxito, logrando tener una gran familia.
Murió el 6 de mayo de 1928 en Texas, poco antes de cumplir 60 años, debido a una infección que se complicó en su pierna derecha.
Myrtle Corbin fue la prueba de que incluso en el siglo 19, una mujer con una discapacidad grave pudo tener una exitosa carrera, ser esposa y además madre.