La situación entre Lionel Messi y el Fútbol Club Barcelona se asemeja a una película romántica con muchos obstáculos.
A pesar de que Messi está prácticamente en el mercado y quiere seguir jugando en Europa, el Barcelona tiene tantos problemas internos que quizá no tenga tiempo ni dinero para conseguirlo.
Actualmente, hay una aceleración en los tiempos de definición debido a los sucesos en el PSG, incluyendo la suspensión de Messi por dos semanas por su viaje a Arabia Saudita como embajador turístico de ese país, así como las protestas de los hinchas en la sede del club.
En este contexto, el actual capitán del Barcelona, Sergio Busquets, comunicó que ya tiene la decisión tomada sobre su futuro, lo que está estrechamente ligado a lo que pueda hacer Messi en el futuro próximo, ya que ambos tienen una gran amistad.
Si Busquets ya tiene tomada la decisión sobre sus próximos pasos, es probable que Messi también sepa la suya.
Hasta el momento, Messi no ha recibido ninguna oferta formal del Barcelona, ni de ningún club europeo. Se insiste en que la entidad catalana le hará llegar una propuesta que consiste en 25 millones de euros anuales brutos, la cuarta parte de lo que cobraba antes de ser echado indirectamente por el club en 2021.
Este contrato podría ser por dos años, con la posibilidad de romperlo en junio de 2024.
Sin embargo, el Barcelona tiene muchos obstáculos por resolver, como la inscripción de jugadores en la Liga, la rebaja de la masa salarial, jugar en un estadio alternativo por obras en el Camp Nou y la posible sanción de la UEFA por el Caso Negreira.
Por lo tanto, la vuelta de Messi al Barcelona parece difícil en este momento.
A pesar de todo, Messi quiere regresar a vivir en un lugar donde fue feliz, como Barcelona, donde tiene su casa, familiares, amigos y hábitos que no pudieron ser cambiados por la distancia.
Por ahora, solo hay ganas de volver, pero habrá que esperar para ver si se concretan las condiciones para su regreso al equipo.
El director de fútbol del Barcelona, Mateu Alemany, responsable de las contrataciones, anunció que se irá del club el 30 de junio debido a una oferta del Aston Villa inglés.
Esto ocurre justo cuando Messi podría unirse al Barcelona, lo que deja al club en la necesidad de buscar un reemplazo para Alemany.
En las últimas horas, ha habido un gran movimiento en Barcelona, incluyendo la llegada del agente portugués Jorge Mendes, quien representa a Ansu Fati y Nico González, y del ex jugador Deco, quien representa a Raphinha.
El club está enfrentando batallas en otros frentes, como las quejas de los socios debido al encarecimiento de los abonos para la temporada en el Olímpico de Montjuic, la eliminación de facilidades para recuperar parte del dinero revendiendo asientos vacíos y la posibilidad de que el club venda entradas a precios altos a turistas interesados en ver a Messi.
La llegada de Mendes podría implicar que el club abra la puerta de salida a Ansu Fati, mientras que Raphinha podría ser vendido por una supuesta oferta de 80 millones del Newcastle, ofrecida a través de Deco.
Además, el Barcelona también podría buscar un destino definitivo para Nico González y para el marcador central Clément Lenglet, quien está a préstamo en el Tottenham.
Después, abordaremos el tema de las reducciones salariales, y en primera fila estarán los amigos veteranos de Messi, Alba y Busquets, quienes han demostrado su apoyo en el pasado.
El club está a la espera de su decisión, aunque la valoración no es la misma para ambos, ya que el entrenador Xavi cuenta con Busquets, pero Alba ha perdido su lugar en el equipo titular ante el joven Alejandro Balde, lo que podría generar la intención de irse.
También se considera la salida del defensa Eric García y el delantero Ferrán Torres, quienes dejaron el Manchester City para regresar a La Liga, pero aún no han convencido.
Sin embargo, para convencer a Messi, no solo se necesitará melancolía o una oferta atractiva, sino también un proyecto deportivo.
En este sentido, se considera que el equipo titular (a punto de ganar La Liga) es competitivo, pero que falta un banco de suplentes sólido, lo que en el contexto del fútbol español se conoce como «fondo de armario».
Para atraer a grandes jugadores, Laporta apela a sus amigos de tantos años, especialmente Mendes, pero también al agente israelí Pinjas Zahavi, quien fue clave en la llegada del polaco Robert Lewandowski.
Se dice que el Barcelona podría recuperar a Pierre Emerick Aubameyang del Chelsea, están avanzadas las conversaciones con el volante alemán del Manchester City, Ilkay Gundogan, y aún queda alguna posibilidad de traer al volante de la Real Sociedad, Martín Zubimendi (aunque Mendes insiste en colocar a su representado, Rubén Neves, del Wolverhampton, y a Joao Cancelo, del Bayern Munich).
Pero incluso si todo se alineara y se resolvieran los problemas económicos, todavía hay otra piedra en el camino, ya que se espera una decisión de la UEFA en los próximos días sobre si sancionará o no al Barcelona por el Caso Negreira.
El club ha bajado un discurso optimista a los medios afines después de que Laporta se reuniera con el presidente de la UEFA, Alecsander Ceferin, para explicar los detalles de la situación del pago durante dieciocho años al vicepresidente de los árbitros españoles.
