Beyhan Mutlu, un hombre turco de 50 años, decidió unirse a una batida de búsqueda organizada por los servicios de emergencias y algunos vecinos en el bosque en el que se encontraba, en el distrito de Inegöl. Sin embargo, el rastreo no dió resultado durante los primeros intentos. La razón: estaban buscando al propio Beyhan.
Todo comenzó cuando Mutlu estaba en el bosque con sus amigos y se emborrachó. En un momento dado, sus compañeros lo perdieron de vista y aunque lo buscaron no dieron con él. Fueron hasta la casa de Mutlu para ver si había conseguido llegar, pero su esposa dijo que no había vuelto desde que se había ido.
Tampoco contestaba a las llamadas, por lo que decidieron avisar a las autoridades locales y denunciar su desaparición. Los servicios de emergencia junto a varios vecinos y allegados comenzaron a buscarle. En algún momento de la búsqueda, el propio Beyhan Mutlu, todavía afectado por la borrachera, pasó por allí y decidió unirse.
En el momento de la batida en que comenzaron a gritar el nombre del desaparecido, el hombre preguntó que a quién buscaban y al explicárselo, se dio cuenta de que era a él.
Mutlu explicó a las autoridades que se había unido a la batida porque pensaba que buscaban a otra persona, como a algún vecino desaparecido. Nunca se le pasó por la cabeza que lo estuvieran buscando.
