El firmamento musical se ha oscurecido. La legendaria Roberta Flack, la musa de terciopelo que nos susurró al oído «Killing Me Softly With His Song», ha partido hacia el eterno escenario.
A los 88 años, en la vibrante ciudad de Manhattan, su voz se ha silenciado, pero su eco resonará por siempre.
Con el corazón apesadumbrado, confirmamos que la diva sucumbió a un paro cardíaco mientras era trasladada al hospital, según informó su fiel representante y amiga, Suzanne Koga.
La noticia, que ha sacudido los cimientos de la industria musical, llega tras su valiente lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que la confinó al silencio en 2022.
Nacida en Carolina del Norte, pero arraigada en la elegancia de Virginia, Roberta Flack fue un prodigio desde la cuna.
A los 15 años, su destreza al piano le valió una beca completa en la prestigiosa Universidad Howard.
Antes de conquistar el mundo, compartió su pasión por la música con jóvenes estudiantes en Washington, DC, sembrando semillas de talento que florecerían en el futuro.
El cine, el escenario y la gloria: Una carrera de éxitos inolvidables
Su gran oportunidad llegó en 1969, cuando Atlantic Records la acogió bajo su ala, lanzando su álbum debut, «First Take».
Pero fue en 1972, gracias a la visión de Clint Eastwood en «Play Misty for Me», que su versión de «The First Time Ever I Saw Your Face» se convirtió en un himno global, escalando las listas de Billboard hasta la cima.
«Killing Me Softly With His Song» y «Feel Like Makin’ Love» se unieron a la lista de sus éxitos, consolidando su estatus como una de las grandes voces de todos los tiempos.
Los Premios Grammy también cayeron rendidos ante su talento, convirtiéndola en la primera artista en ganar el premio a Grabación del Año dos veces consecutivas, un hito que la inmortalizó en la historia de la música.
Un legado que trasciende el tiempo
«Where Is the Love», «The Closer I Get to You», «Tonight, I Celebrate My Love», y «Set the Night to Music» son solo algunas de las joyas que dejó en su legado.
A pesar de su diagnóstico de ELA en 2022, su espíritu indomable se mantuvo intacto, como bien expresó su representante: «Hará falta mucho más que ELA para silenciar a este ícono».
Roberta Flack, la voz que acarició nuestras almas, ha emprendido su último viaje.
Pero su música, su pasión y su legado perdurarán por siempre, recordándonos la belleza y el poder de la música para trascender el tiempo y el espacio.