Nacimientos y muertes de estrellas, colisiones galácticas, espectaculares nebulosas o el paso de cometas junto a planetas lejanos son algunos de los fenómenos astronómicos captados por el telescopio espacial Hubble.
El mítico instrumento de observación de la NASA ha trabajado sin descanso 24 horas al día, siete días a la semana, durante más de 31 años, lo cual incluye, por supuesto, esa fecha especial que cada persona tiene en mente.
Con motivo del trigésimo aniversario de su lanzamiento a bordo del transbordador espacial Discovery, la agencia espacial estadounidense compartió el año pasado una herramienta que permitía saber cuál es la imagen más reseñable captada por el Hubble en cada día del año. En el siguiente enlace podrás ver todas las imágenes.
https://datawrapper.dwcdn.net/VREAe/2/
Para saber qué captó el telescopio durante un día concreto del año, basta con navegar por el paginado de la tabla o bien buscar la fecha deseada introduciendo el día (en formato numérico) y/o el mes (en formato alfabético).
Por ejemplo: «6 de julio». Junto a la fecha, aparece el nombre del fenómeno observado, el año en que se captó la imagen y un enlace para conocer más detalles sobre el mismo, ver la fotografía o descargarla en diferentes tamaños.
Un viaje a los confines del universo
Entre las imágenes más icónicas, destaca la de los Pilares de la Creación, captada el 1 de abril de 1995. La apariencia de estas curiosas estructuras recuerda a las formaciones rocosas del desierto o a las barreras de coral, pero en realidad se trata de columnas de gas y polvo de hidrógeno de unos cinco años luz de altura.
Bañados por la luz ultravioleta de las estrellas jóvenes que pueden observarse en la parte superior, los Pilares de la Creación forman parte de la región de la Nebulosa del Águila, situada a 6.500 años luz de la Tierra.
En la lista también figuran varias supernovas o, dicho de otra manera, explosiones de estrellas. Destacan, por ejemplo, las distintas tomas de la supernova 1987A, descubierta en el año por el que recibe el nombre y que explotó a principios de la década de los noventa.
La vista más amplia se captó el 17 de enero de 2017 y muestra un brillante anillo compuesto por el material expulsado por la estrella 20.000 años antes de su desaparición dentro de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina a la Vía Láctea.
Las imágenes más cercanas, las del sistema solar, son igual de impresionantes. El 24 de febrero de 2009, el Hubble consiguió captar cuatro lunas orbitando alrededor de Saturno, mientras que las hipnóticas manchas rojas de Júpiter pueden apreciarse en imágenes del 25 de abril de 2006 y el 9 de mayo de 2008. Incluso hay fotografías de Neptuno y Plutón que ayudan a hacerse una idea más clara de sus características.
Si el Hubble puede captar estas imágenes es gracias a que orbita en el exterior de la atmósfera terrestre, a 593 kilómetros sobre el nivel del mar.
Al estar tan alejado de la Tierra, puede trabajar en otras longitudes de onda, debido a que la atmósfera absorbe una parte de la radiación electromagnética, así como evitar turbulencias, factores meteorológicos que dificultan la captación de imagen y la contaminación lumínica ocasionada por los asentamientos humanos.