Existe un efecto popularmente conocido como “gafas de cerveza” y es el que aumenta la libido y elimina las inhibiciones sociales, provocando que tengamos una mayor predisposición a entablar contacto con personas que no nos atraerían estando sobrias.
Así que cuanto más alcohol consumimos, más atractivas percibimos a las personas de nuestro alrededor, especialmente si nuestra predisposición romántico-afectiva es alta, explica el psicólogo Bertrand Regader.
Una investigación de las universidades de Glasgow y Saint Andrews reveló que mujeres y hombres encontraron un 25 por ciento más atractivos los rostros del sexo opuesto comparado con los sujetos que no probaron el alcohol.
Otro estudio de la Bristol University descubrió que el sexo de la otra persona no influía en el aumento de la percepción de atractivo: los hombres consideraron que otros eran más atractivos, y lo mismo pasó con las mujeres, independientemente de sus preferencias sexuales.
Esto sucede, dice Bertrand Regader, porque el consumo de alcohol trastorna nuestra percepción acerca del atractivo de otras personas porque altera nuestra capacidad para percibir la asimetría en el rostro y el cuerpo de otras personas.
Pero científicos de la Pierre Mendes-France Université de París, señalaron que el alcohol también nos hace sentir más atractivos a nosotros mismos y nos hace más sencillo entablar una conversación con un desconocido. Aunque quizá mañana la decepción sea grande.
