Caminar es un hábito sencillo, económico y al alcance de todos, pero lo que tal vez no sabías es que la hora del día en la que caminas puede marcar una gran diferencia en tus resultados.
Según un reporte de GQ citado por Infobae, elegir el momento ideal para pasear puede multiplicar los beneficios: desde mejorar tu metabolismo y estado de ánimo, hasta reforzar el descanso y reducir el estrés.
🌅 Caminar por la mañana: el aliado para el metabolismo y el descanso
Caminar durante las primeras dos horas tras despertar —idealmente en ayunas y con exposición a luz natural— ofrece un combo poderoso:
Refuerza el ritmo circadiano
La División de Medicina del Sueño de Harvard explica que salir a caminar temprano fortalece nuestro reloj interno, sincronizando los ciclos de sueño y vigilia.
Esto potencia la producción de hormonas y favorece un descanso nocturno más profundo.
Estimula la quema de grasa
Una revisión en Frontiers in Endocrinology (2022) mostró que caminar en ayunas amplifica la oxidación de grasas, ideal para quienes buscan mejorar su metabolismo o perder peso.
Mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad
La APA (Asociación Americana de Psicología) destaca que la actividad física matutina estabiliza las emociones, aporta claridad mental y actúa como regulador del estrés.
Un paseo de solo 15 minutos en la mañana —como cuenta una usuaria que lo probó por dos semanas— puede cambiar la energía diaria, mejorar la productividad y refrescar el ánimo.
🌇 Caminar al atardecer: calma, digestión y bienestar emocional
El atardecer es otro momento valioso para caminar: según especialistas, es ideal para regular el estrés y preparar el cuerpo para descansar:
Un entrenador personal recomienda caminar entre 30 y 60 minutos al atardecer para reducir la tensión, mejorar la calidad del sueño y activar la circulación, una práctica que además incluye el ‘grounding’ (caminar descalzo sobre hierba o arena), técnica que aporta beneficios antiinflamatorios y de relajación.
Así, este tramo del día se convierte en un espacio perfecto para desconectar, reducir el cortisol y mejorar tu digestión justo cuando la jornada baja el ritmo.
🌙 Caminar de noche: suave, relajante y reparador (pero con cautela)
Aunque suele recomendarse precaución al hacer ejercicio intenso antes de dormir, caminar a un ritmo ligero o realizar yoga nocturno sí ha demostrado ayudar a:
Promover la relajación mental, reduciendo la tensión acumulada del día.
Facilitar el sueño: según la higiene del sueño, la actividad moderada por la noche prepara al cuerpo para descansar, aumentando la eficiencia del sueño y reduciendo la rumiación mental.
Sin embargo, se sugiere evitar ejercicios intensos cerca de la hora de acostarse, ya que podrían “activar” el cuerpo en exceso y retrasar la conciliación del sueño.
¿Qué tal si haces un paseo diario? Los expertos sugieren:
100 minutos diarios
Un estudio de JAMA Network Open encontró que caminar al menos 100 minutos al día reduce un 23 % el riesgo de dolor lumbar crónico.
Pasos y ritmo adecuado
La recomendación popular es alcanzar 8 000–10 000 pasos diarios (unos 7 km), aunque para menos activos los 6 000 pasos ya aportan beneficios sustanciales.
Actividad complementaria
Combinar caminatas con ejercicios de fuerza dos veces por semana permite mejorar la masa muscular y el metabolismo, además de prevenir enfermedades cardiovasculares y musculares.
Tip práctico: adapta las caminatas a tus objetivos
Buscas perder peso o quemar grasa ➝ opta por caminatas matutinas en ayunas, ritmo ligero-moderado.
Quieres mejorar tu humor, energía o despejar la mente ➝ una caminata matutina o vespertina puede ser tu mejor aliada.
Tienes estrés o buscas mejorar el sueño ➝ un paseo al atardecer o una caminata suave después de cenar puede ayudarte a relajarte profundamente.
Caminar no es solo deportarse; es una herramienta poderosa para cuidar tu cuerpo y mente. Y aunque cualquier momento es bueno para empezar, cada franja del día aporta beneficios únicos:
Momento Beneficio principal
Mañana Mejora el metabolismo, sincroniza el sueño y sube el ánimo.
Atardecer Reduce estrés, favorece digestión y descanso.
Noche Relaja, regula ansiedad y prepara mejor el sueño.
La clave está en la constancia, combinarlo con fuerza muscular y adaptar los paseos a tus metas. No necesitas un gimnasio: solo tus pies, buena compañía (si quieres) y un reloj para medir tu tiempo.
¿Listo para levantarte 15 minutos más temprano, organizar una caminata vespertina o simplemente caminar después de cenar? Cada paso cuenta y tu salud te lo agradecerá.
