Entre 1978 y 1982 la cadena estadounidense CBS emitió la serie televisiva “El hombre increíble” (“The Incredible Hulk” en su inglés original), basada en el cómic creado por el famoso guionista y dibujante Stan Lee, programa que también se emitiría en nuestro país, en el resto de Latinoamérica y en España con un rotundo éxito.
La serie, a grandes rasgos, narraba cómo el científico David Bruce Banner (interpretado por el actor Bill Bixby), haciendo una investigación científica en su laboratorio, se exponía accidentalmente a una dosis masiva de rayos gamma.
Una noche lluviosa, mientras cambiaba una rueda de su auto y en un momento de ira, Banner sufría repentinamente una espantosa transformación: el color de sus ojos cambiaba, la piel se le volvía de un insólito color verde, el pelo se ponía tieso y desgreñado y, lo más importante, ganaba muchísima masa muscular.
Convertido ya en Hulk, una furiosa criatura de fuerza sobrehumana y de instintos primarios, lanzaba su coche a un costado del camino, despertando horas más tarde de nuevo convertido de nuevo en David Banner, aunque sin saber qué había ocurrido.
Después de una explosión en su laboratorio, donde fallecía su compañera Elaina Marks (cuya muerte era achacada injustamente a la criatura), y mientras todo el mundo lo daba por muerto, el doctor David Banner iniciaba una vida errante, deambulando de ciudad en ciudad e intentando dominar a la salvaje criatura que vivía dentro de él.
Banner y Hulk, por cierto, eran seguidos en todo momento por el persistente periodista Jack Mc Gee (interpretado por el actor Jack Colvin), quien deseaba hacerse famoso contando la historia del monstruo verde, aunque desconocía que Banner y la criatura eran la misma persona.
La recordada apertura de “El Hombre Increíble”, una criatura que pese a la furia y la violencia que desplegaba siempre se enternecía con algunas cosas (como cuando se encontraba cara a cara con un niño o un bebé), comenzaba con una voz en off que nos decía: “El doctor David Banner, médico y científico, buscando penetrar en la energía secreta que poseen todos los seres humanos. Entonces una sobredosis accidental de rayos gamma altera su funcionamiento biológico. Y, ahora, cuando David Banner se violenta…”.
Después de mostrarnos a Banner convertido en Hulk, la narración proseguía: “La ira impulsa a la criatura que es perseguida por un periodista que trata de descubrir su identidad”, dando paso a una reveladora escena en que David Banner le decía al mismo periodista: “Señor McGee, no me provoque, no soy yo cuando me disgusto”.
La introducción, finalmente, terminaba mostrando a David Banner portando un bolso de viaje parado en un cementerio, frente a la tumba donde supuestamente descansaban sus restos: “David Banner ha desaparecido. ¿Quiere hacer pensar al mundo que ha muerto? Hasta que pueda encontrar la forma de controlar al violento espíritu que vive dentro de él”.
La serie, que gozó de un éxito impresionante y que además de sus cinco temporadas al aire también inspiró tres películas para la televisión, además de hacer conocidos a nivel mundial a los actores Bill Bixby (fallecido por cáncer de próstata el año 1993) y Jack Colvin (fallecido el año 2005 por un accidente cerebrovascular), lanzó a la fama al actor que dio vida al musculoso, verde y furioso Hombre Increíble: el fisico culturista Lou Ferrigno, un fortachón hombre de 1.95 de estatura y de 138 kilogramos de peso, que había nacido el 9 de noviembre de 1951 en Brooklyn, Nueva York, en el seno de una familia ítalo-americana.
Ferrigno, que en su infancia había sufrido una infección de oído que le hizo perder gran parte de su capacidad auditiva, había comenzado a hacer pesas a los 13 años en el sótano de su casa, teniendo como modelo a Steve Reeves, físicoculturista que fue famoso a finales de los años 50′ por sus películas sobre Hércules.
A comienzos de la década del 70′, antes de ser elegido para encarnar al Hombre increíble en 1977 (se cuenta que el mismísimo Arnold Schwarzenegger postuló al rol, pero fue rechazado porque era “muy bajito”), Lou Ferrigno obtuvo el título de Mister Teenage América y, durante los años siguientes, fue coronado primero como Mister Brooklyn, luego Mister Nueva York y finalmente Mister América.
A finales de 1973 consiguió convertirse en Mister Universo, transformándose de esta manera en el campeón mundial de físico culturismo más joven de la historia.
Después del término de la serie “El Hombre increíble”, Lou Ferrigno seguiría ligado a la pantalla grande y chica. Participó, aprovechando su aspecto físico, en películas como “Los siete magníficos gladiadores”, “Sinbad, el rey de los mares”, “El desafío de Hércules” y “Las aventuras de Hércules”.
En el nuevo milenio, con el auge de las películas basada en personajes de la Marvel, Ferrigno seguiría parcialmente ligado al personaje que lo hizo mundialmente famoso. Haría dos cameos en las películas “Hulk” (2003) y “The Incredible Hulk” (2008), apareciendo como guardia de seguridad.
Los seguidores del Universo Marvel se sorprenderían todavía más luego que Lou Ferrigno prestara su voz al ahora digitalizado Hulk en las películas “los Vengadores”, “Los vengadores: La era de Ultrón” y “Thor: Ragnarok”. También, demostrando que aparte de los músculos le sobraba el sentido del humor, se interpretó a sí mismo en la comedia “I love you, man” (2008).
Ferrigno, quien en el año 2003 ejerció el cargo de policía en la reserva de la ciudad de Los Ángeles, en la actualidad tiene 69 años, sigue felizmente casado y es un orgulloso padre de tres hijos ya mayores.
Si bien está retirado del mundo del culturismo, sigue trabajando como entrenador personal y prestando voz a videojuegos y participando en pequeños cameos en películas de acción.
Consultado, tras el estreno de varias películas del increíble Hulk en el nuevo milenio (con los actores Eric Bana, Edward Norton y Mark Ruffalo interpretando al científico David Bruce Banner), sobre cuál había sido el mejor Hulk de la pantalla, el musculoso actor ítaloamericano opinó que él había sido el que mejor lo había encarnado.
“Fui el primero en llevar músculos de superhéroe a la pantalla y en hacerlo más creíble. Aún hay gente que prefiere ver la serie antigua en lugar de las cosas nuevas generadas por computación. Porque es real y no es una animación creada por CGI. Hulk fue para mí el comienzo, una plataforma para crecer como actor. No creo que nadie más pueda interpretar a Hulk como pude hacerlo yo. Fui capaz de mostrar emociones incluso con todo ese maquillaje. No creo que pueda ser duplicado”.