Una red de cables oculta bajo el océano lleva Internet a prácticamente todas las regiones del mundo. Ahora, esta telaraña kilométrica de cables submarinos de fibra óptica que recorre todo el planeta ha quedado al descubierto gracias a un mapa en 3D que ha elaborado un desarrollador Tyler Morgan-Wall.
Morgan-Wall ha publicado en su cuenta de Twitter lo que se conoce como un dataviz o una visualización de datos, una representación gráfica de la información y los datos. Mediante un vídeo de 30 segundos, Morgan-Wall muestra todos los cables submarinos de red de fibra óptica que se esconden bajo el mar.
El desarrollador ha utilizado la información del proyecto Submarine Cable Map y ha publicado el código abierto de RayRender en su cuenta de Github para que los usuarios puedan consultar los datos exactos de la visualización.
De acuerdo con la empresa que ha facilitado la información para elaborar el mapa en 3D, TeleGeography, actualmente hay aproximadamente 436 cables submarinos de fibra óptica, o lo que sería lo mismo, 1.3 millones de kilómetros de cables repartidos por todo el mundo. Esta estructura de cables es fundamental para que todos los usuarios puedan obtener una buena y rápida conectividad a la red.
Desde la página web de TeleGeography podemos ver la información completa de estos cables, donde están las estaciones, las longitudes, los propietarios, los proveedores, etc. La mayoría son propiedad de grandes compañías de telecomunicaciones, como Verizon y AT&T, junto con gigantes tecnológicos como Facebook y Google.
25 años de vida útil
Según explica TeleGeography en su página web, los cables pueden estar operativos más de 25 años, pero se suelen retirar antes porque se quedan obsoletos. Una vez desactivados, podrían permanecer inactivos en el fondo del océano, pero las empresas que tienen los derechos de los cables, los arrancan y los rescatan para obtener materias primas.
El mantenimiento de estos cables submarinos es complicado por el movimiento de elementos como barcos y anclas o por los ataques de animales en la zona, como los tiburones. Por eso, la mayoría están revestidos por capas de aislamiento y protección adicional.
Estos cables suelen estar hecho de materiales como polietileno, cinta Mylar, policarbonato, aluminio… El objetivo es que aguanten lo máximo posible y que lleven Internet a todas las regiones del mundo.
Uno de los problemas más comunes en la conservación de estos cables submarinos son los factores ambientales como terremotos, movimiento de fallas, tsunamis…