Kim Kardashian y su familia mediática han mantenido su dominio en el ámbito de la telerrealidad durante más de 16 años, pero la socialité aún se sorprende al reflexionar sobre su trayectoria.
La celebridad está convencida de que su fama mundial, originada por la filtración de un video íntimo en 2007, y los logros empresariales que ha acumulado desde entonces, han desafiado todos los paradigmas de un «sistema» al cual de alguna manera logró «timar».
En el episodio final de la cuarta temporada de ‘Las Kardashian’, Kim y su madre, Kris Jenner, conmemoran el 40 cumpleaños de Scott Disick, expareja de Kourtney Kardashian y padre de sus tres hijos mayores, recordando sus inciertos comienzos en el mundo del espectáculo.
La conversación destaca la buena relación que aún mantiene la ex esposa de Kanye West con su antiguo cuñado, quien rememora con afecto las primeras portadas que Kim protagonizó en los primeros días de su fama.
«Basta con cualquier cosa por una portada», bromea Kim sobre sus ambiciones de la época y su enfoque particular al adentrarse en un sector que inicialmente parecía hostil.
«¡Amigos, timamos al sistema! ¡Lo hicimos! Nos las arreglamos para hacerlo y lo hicimos. ¡Hemos trabajado incansablemente!», presume la actual líder del imperio de moda Skims y estudiante de Derecho.
La primera portada de Kim Kardashian para la revista Vogue, en 2014, fue objeto de críticas en su momento debido a que incluía a ella y a su entonces prometido, el mencionado Kanye West, abrazados y listos para su suntuosa boda parisina de ese año.
La publicación dirigida por Anna Wintour reflejaba así un cambio en su enfoque editorial que no fue bien recibido por los puristas, quienes consideraban que Vogue debía reservarse para figuras más refinadas de la moda y la cultura popular.
En la actualidad, Kim Kardashian puede jactarse de haber participado en numerosas colaboraciones profesionales con marcas de lujo, como Fendi o Swarovski.
Poco queda ya de esa joven que, a principios de los años 2000, era conocida únicamente como la amiga tímida e ingenua de Paris Hilton, pionera en la fama por el simple hecho de serlo, pero a la cual Kim no tardó en destronar como la reina de los ‘realities’.
