David Hasselhoff, a fines de los años 70’, era un joven norteamericano que deseaba triunfar haciendo cualquier cosa que tuviera relación con el arte. Tras matricularse en el Instituto de Artes de California y mientras trabajaba en su tiempo libre en un restaurante, fue descubierto por un responsable de castings, quien le hizo algunas pruebas de cámara.
Gracias a éstas consiguió sus primeros papeles, con breves apariciones en algunas famosas series de los años 80’, como “El crucero del amor”.
Sin embargo, su gran oportunidad llegaría en 1982, cuando los estudios Universal y el productor Glen A. Larson lo escogieron para protagonizar “Knight Rider”, una serie que en nuestro país y el resto de Hispanoamérica seria conocida como “El auto fantástico”.
En el principio de la serie Hasselhoff interpretaba a Michael Long, un honesto y dedicado policía que se movilizaba a bordo de un auto deportivo Pontiac Firebird Trans Am V8, pero que, después de ser víctima de una emboscada, terminaba con su rostro desfigurado.
Una vez rescatado por la Fundación para la Ley y el Gobierno de Wilton Knight, que reconstruía su rostro, Long adoptaba la identidad de Michael Knight, un justiciero que combatía el mal conduciendo su antiguo auto deportivo, pero que en realidad era un revolucionario prototipo de automóvil de alta tecnología.
El automóvil, llamado KITT (Knight Industries Two Thousand), era todo menos un auto común y corriente. En sus comandos tenía incorporada una computadora central, que realmente era una IA (inteligencia artificial) autoconsciente, altamente inteligente y con capacidad de hablar e interactuar como si fuese una persona normal. Su carrocería, además, estaba revestida con un material molecular que lo volvía casi indestructible al ataque de proyectiles.
A partir de la cuarta temporada, KITT prescindía de su coraza molecular para poder dar paso a un sistema aerodinámico que le permitía alcanzar velocidades inimaginables. KITT, en realidad, no sólo era un automóvil, sino que el segundo protagonista de la serie junto al personaje encarnado por David Hasselhoff; de hecho, en muchos capítulos, KITT solía tomar decisiones propias por encima de su conductor, cada vez que este se encontraba en un peligro inminente.
Michael y KITT, por cierto, tenían como superior a Devon Miles, un sujeto bien vestido que aparecía en cada capítulo mandando a Michael y a KITT a una misión.
El auto, además, era mantenido por Bonnie Barstow y April Curtis, quienes serían las dos mecánicas oficiales de KITT en la serie. Este detalle no dejó de llamar la atención, por cuanto era la primera vez que una mujer se hacía cargo de un automóvil en una serie televisiva.
“El auto fantástico” de inmediato se transformó en un gran éxito en América y Europa, especialmente entre los adolescentes y pre-adolescentes de la época y, por descontado, lanzó a la fama mundial a David Hasselhoff. La serie, que inspiraría varias películas, algunos cómics y videojuegos, finalizó en el año 1986 tras cuatro temporadas divididas en 90 episodios (si se cuentan seis episodios largos).
Tras el fin de la serie, David Hasselhoff entraría en una fuerte crisis profesional, ya que no conseguía que le ofrecieran ningún trabajo interesante, lo que le hizo plantearse el final de su carrera como actor. Mientras decidía qué hacer, se dedicó a su otra gran pasión, la música, grabando un disco titulado “Night Rocker” en 1985.
Algunos años más tarde -el 31 de diciembre de 1989 para ser más exactos- Hasselhoff se convertiría en el primer estadounidense en cantar en Alemania Oriental, al interpretar sobre el muro de Berlín, recientemente derrumbado, el single “Looking for Freedom” (“Buscando libertad”).
Sobre esta experiencia, Hasselhoff confesaría que “mis visitas a Alemania Oriental fueron mis días en que me sentí como Elvis. Todos me conocían. A los alemanes orientales les preguntaba: “¿Me conocen por “¿El auto fantástico”, esa serie donde hablo con mi auto? “. Pero ellos pensaban que estaba loco y me decían:” ¿Qué? ¿Hablas con un automóvil?”. Lo que sucedía es que ellos no pudieron ver “El Auto fantástico” porque el programa sólo se emitió en Occidente, así que me decían: “No, lo conocemos porque usted es el hombre que canta sobre la libertad”. Y yo les respondía: “Bueno, sí, lo soy”. No sabían que yo había ido a Alemania oriental para conocer chicas y decirles: “Yo canto por la libertad, pero, claro, me gustaría volver a casa con una de ustedes”.
En el mismo año 1989, cuando Hasselfoff pensaba que su carrera como actor iba a seguir languideciendo, unos productores televisivos le comentaron que tenían una idea para una futura serie llamada “Baywatch” (“Guardianes de la bahía”), que trataba sobre las vidas de unos salvavidas en las playas de Malibú. Hasselhoff, a quien se le ofreció el rol del teniente Mitch Buchannan, en un principio no quiso saber nada del proyecto, ya que quería ser reconocido por su labor interpretativa y no por su físico.
Pero cuando llegó a sus manos el guión del episodio piloto, cambió repentinamente de idea: “Detrás había auténticas historias que reflejaban la vida real de los guardavidas de una playa, los incidentes, los pequeños dramas que tienen lugar, los salvamentos, lo que me hizo aceptar la oferta”, dijo el actor.
Gracias a esta nueva serie (que se prolongaría desde 1989 hasta el año 2000), la carrera de Hasselhoff viviría un segundo aire de popularidad, recordando los días de gloria de la serie “El auto fantástico”, transformándo a Hasselhoff en un actor conocido para una nueva generación de televidentes.
Posteriormente y hasta el día de hoy, el actor que conducía a KITT ha participado en telefilmes como “El anillo de los mosqueteros” y en series como la elogiada “Hijos de la anarquía” (donde en un par de capítulos interpretó a un ex actor porno convertido en director de películas para adultos). También se dio maña para trabajar en obras musicales de teatro, como “Chicago”, dando vida al abogado Billy Flynn, el mismo personaje que interpretó Richard Gere en la versión cinematográfica.
También ha tenido pequeños papeles en películas como “Bob Esponja, la película”, donde demostrando un gran sentido del humor se interpretó a sí mismo, vestido con el típico pantalón corto rojo de baño que usaba en la serie “Guardianes de la bahía”, así como en las películas “Click”, junto al comediante Adam Sandler, y “Pelotas en juego”, junto a los actores Ben Stiller y Vince Vaughn, y donde interpretó al seleccionador de un equipo alemán.
Hasselhoff, una persona muy sensibilizada con los problemas del mundo infantil (fundó la organización caritativa “Race for life” o “Carrera por la vida”, que recauda dinero para niños enfermos, y el “Club Hasselhoff”, para ayudar a niños con cáncer), tiene dos bellas hijas jóvenes y, después de divorciarse de su primera mujer y de su segunda esposa, se enamoró de una mujer 27 años más joven que él.
Hasselhoff confesaría que “encontré a mi esposa mientras estaba haciendo el programa “Britain’s Got Talent” en Cardiff. Ella salió de un bar con su hermana y me preguntó: “¿Puedo darme un autógrafo?”. Yo le contesté: “¿Tienes novio?” y me dijo que no. Así que le dije que, si me daba su número de teléfono, le daría un autógrafo. Nunca usé esa táctica de conquista, pero fue amor a primera vista. Me sentí enfermo por dentro. Yo estaba como: “Dios, si esta mujer se me escapa, estoy muerto”. Ella tiene 27 años menos que yo, pero está bien. Soy 27 años más joven en mi corazón de todos modos. El truco para mantenerse joven es salir con gente más joven e intentar mantenerse al día. Reconozco que soy vanidoso, así que trabajo lo suficiente como para quedar bien. Porque esto se llama show business. No se puede montar un espectáculo y parecer una mierda … He visto amigos míos que se han dejado estar, así que yo les digo “hombre, ¡vete al maldito gimnasio!”.
Hoy, a sus actuales 69 años, David Hasselhoff todavía recuerda con cariño a la serie “El auto fantástico”, porque fue la llave que le permitió conseguir el éxito económico y la popularidad mundial.
“Esa serie me permitió hacerme un nombre en la industria del entretenimiento y comenzar a ganar dinero, pues una vez que ingresas al mundo del dinero, eso es todo, nunca querrás estar sin él. Es genial. Es todo lo que pensé que sería. Es libertad. Pero es increíble que algunos todavía se acuerden de esa serie. En Europa me pasa a menudo que la gente me queda mirando y me pregunta: ¿Usted es el de la serie donde hablaba con su auto?”. “El auto fantástico” fue un éxito en muchos lugares del mundo. Una vez iba en un taxi y el taxista de repente me dice: “¡Eres mi mentor!” Y él era de Afganistán. En serio, ese tipo de cosas me pasan a donde sea que vaya”.