¿Cómo mejora nuestro organismo al dejar de fumar? ¿Cuándo empiezan a notarse los efectos de dejar de fumar? ¿De qué depende el éxito en el abandono del tabaco? Te damos las claves para dejarlo y no recaer.
“El humo del tabaco -con más de 4.000 sustancias tóxicas- se relaciona con más de 27 enfermedades y, por lo tanto, afecta al cuerpo humano en su totalidad”, afirma José Luis Díaz-Maroto, médico de Familia y coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Siempre se habla sobre las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y el cáncer de pulmón, pero podríamos nombrar otras patologías relacionadas, como la degeneración macular, la afectación de la piel con la formación de arrugas prematuras, la osteoporosis, la amenaza de aborto, el bajo peso al nacimiento.
Efectos desde el minuto 20
La recuperación de la salud al dejar de fumar es un punto fuerte para animar al paciente fumador a que abandone el consumo de tabaco; unos beneficios que se producen inmediatamente, otros a medio plazo, y otros a largo plazo.
Díaz-Maroto enumera los beneficios de abandonar esta sustancia:
A los 20 minutos, la presión arterial y el pulso se hacen normales, así como la temperatura corporal.
A las 8 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre disminuye.
A las 24 horas, disminuye el riesgo de un evento cardiaco.
A las 48 horas, se regeneran los sentidos del olfato y el gusto.
De dos semanas a tres meses, se mejora la circulación.
De uno a nueve meses, disminuye la tos y la fatiga.
Al año, el riesgo de cardiopatía coronaria es la mitad en comparación con alguien que aún consume tabaco.
A los cinco años, el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad.
A los 10 años, el riesgo de fallecer por cáncer de pulmón disminuye a la mitad de aquellas personas que todavía fuman.
Y, desde luego, un beneficio muy importante y poco nombrado es dejar de ser dependiente de una droga que produce una elevada dependencia física, que es la nicotina y, por lo tanto, se podrá vivir en libertad.
Todo resumido en una frase que merece la pena destacar en mayúsculas: “no al tabaco, sí a la vida”.
¿Cuántos fumadores lo logran y cuántos recaen?
“Se sabe que cuando un fumador intenta dejar de fumar por sí solo, con el consejo sanitario, el índice de éxito se sitúa en torno al 5 por ciento, pero cuando ese intento de dejar de fumar se ayuda de apoyo psicológico y tratamiento farmacológico, el éxito se sitúa en torno al 30-40 por ciento”, cuenta este médico de Familia.
Asimismo, cuando los fumadores dejan este hábito con su fuerza de voluntad, en la primera semana recaen en torno al 70 por ciento.
Factores que influyen en el éxito o fracaso
Por lo general, reconoce Díaz-Maroto, cuanto antes se intente dejar de fumar, mayor es la tasa de éxito. Los principales factores que influyen son los años de fumador, la cantidad de cigarrillos fumados, la forma de fumar (número de caladas y profundidad de las mismas) y otros factores como la dependencia gestual y social.
Claves para conseguirlo y no recaer
En cuanto a los puntos clave para una cesación tabáquica exitosa, el experto de Semergen lo tiene claro. “En primer lugar, el fumador debe estar lo suficientemente motivado para dejar de fumar, pero también es importante que los profesionales médicos realicen un diagnóstico correcto del paciente y ofrecerle un tratamiento adecuado”.
Es importante subrayar que dejar de fumar es posible, y que será la mejor medida que adopte para mejorar su salud y su calidad de vida.
Son conocidas las principales causas de recaídas en los pacientes fumadores: el síndrome de abstinencia, la aparición de la depresión y el aumento de peso (esta última causa muy importante en la mujer).
Por eso, recalca Díaz-Maroto, “es muy importante que la acción de dejar de fumar se acompañe de medidas psicológicas y la utilización de fármacos de primera línea, que son la terapia sustitutiva con nicotina, bupropión y vareniclina”.
Mensaje de ánimo para los reincidentes
Para este experto en tabaquismo, “es muy importante decirle al fumador que el tabaquismo es una enfermedad crónica adictiva, y que, en la historia natural de esta enfermedad, lo normal es presentar recaídas al dejar de fumar”.
Por lo tanto, el mensaje debe ser positivo: “Lo importante es ponerse en acción e intentarlo las veces que haga falta para conseguir dejarlo definitivamente, eso sí, teniendo muy en cuenta las situaciones de riesgo”, concluye el miembro de Semergen.