Según fuentes cercanas, el príncipe Harry y Meghan Markle hicieron una solicitud inusual a la Casa Blanca después del fallecimiento de la reina Isabel II. La pareja real pidió permiso para viajar de regreso a Estados Unidos a bordo del icónico Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos.
La noticia sorprendió a muchos, ya que desde que Harry y Meghan renunciaron a sus deberes reales en 2020 y se mudaron a California, han mantenido una relación más distante con la monarquía británica. Sin embargo, el deseo de asistir al funeral de la reina Isabel II los llevó a plantear esta inusual solicitud.
Según el periódico británico Daily Mail, el personal de la Casa Blanca respondió a la solicitud con un «no» inmediato. La decisión fue tomada para evitar posibles tensiones con el palacio real y el nuevo rey, ya que Harry y Meghan no formaban parte de la lista de invitados para la recepción previa al funeral en el Palacio de Buckingham, donde se dieron cita líderes mundiales, incluidos el presidente Joe Biden y la primera dama, Jill Biden.
La presencia de Harry y Meghan en el funeral de la reina Isabel II ya había generado cierta controversia, ya que se encontraban en el Reino Unido en el momento del fallecimiento y decidieron permanecer en el país para rendir homenaje a la monarca.
Su participación en el evento estaba sujeta a diversas especulaciones, y algunos medios británicos cuestionaron si serían bienvenidos en ciertos eventos oficiales.
A pesar de la negativa de la Casa Blanca, la solicitud de la pareja real plantea cuestiones interesantes sobre el protocolo y las relaciones entre las monarquías y los líderes de otros países.
Aunque el presidente Biden tiene el poder de invitar a quien desee a bordo del Air Force One, la situación habría planteado preguntas sobre quién habría costeado el traslado de Harry y Meghan en caso de que la solicitud hubiera sido aceptada.
La reina Isabel II, que reinó durante más de seis décadas, fue despedida con honores y reconocimientos de líderes y dignatarios de todo el mundo. Su funeral fue un evento histórico que marcó el fin de una era en la monarquía británica.
Aunque Harry y Meghan no pudieron volar en el Air Force One, su deseo de rendir homenaje a la reina demuestra la conexión y el respeto que mantienen hacia la familia real.
La pareja real ha seguido haciendo titulares desde que anunciaron su decisión de abandonar sus roles como miembros activos de la monarquía.
Su vida en California ha sido objeto de interés mediático, y esta solicitud de viajar en el Air Force One solo ha aumentado la atención sobre sus acciones y decisiones.
La controversia y el interés en torno a Harry y Meghan siguen siendo tema de debate en la esfera pública y entre los seguidores de la realeza.