El dolor es un rasgo que caracteriza a Rubia a lo largo de sus 166 minutos, pero incluso con todo el revuelo causado y las altas expectativas que se venían cargando desde hace meses, la película no ha sido capaz de escalar hasta el puesto número uno del top global tal y como esperaban las mejores estimaciones.
Esta biopic de Marilyn Monroe (con muchos añadidos completamente ficticios) tropieza en su misión de convertirse en lo más visto de la plataforma.
Estrenada en el Festival de Cine de Venecia el pasado 8 de septiembre, Blonde fue destrozada por la crítica desde el primer día. Los autores de las reseñas argumentaron que, sin importar su bella fotografía, la película se encarga de explotar el sufrimiento de Norma Jean durante casi tres horas y no se detiene en ningún momento.
Esta cinta nos presenta la vida de la exitosa actriz en Hollywood basándose en el libro homónimo de Joyce Carol Oates.
Blonde cuenta con una espectacular actuación por parte de Ana de Armas, quien vuelve a demostrar que su belleza es proporcional a su talento frente a la cámara, ofreciendo dolorosas interpretaciones sobre algunos de los momentos más trágicos en la vida de Marilyn.
Pero ni todo el barullo en torno a Rubia ha sido suficiente para llevarla hasta el primer lugar de la lista en Netflix.
De acuerdo con Deadline, durante su semana de estreno, Blonde solamente pudo llegar al segundo puesto en el top 10 global de Netflix, algo que ya supone un fracaso al pensar que se trata de una megaproducción con una actriz de primer nivel y un reparto ganador de premios.
La cinta ha sido reproducida durante más de 37 millones de horas, un número espectacular pero no tan maravilloso como debería ser para un proyecto de su calibre. Rubia fue superada por Lou con 47 millones.
Dirigida por Andrew Dominik, Blonde se mantiene como uno de los productos más criticados del año y una fuente de opiniones más negativas que mixtas.
Ana de Armas tuvo que hablar sobre las escenas sexuales para Entertainment Weekly, asegurando que en ningún momento se sintió denigrada o explotada:
Es más difícil para la gente ver [esas escenas] que para mí hacerlas, porque entendí lo que estaba haciendo y me sentí muy protegida y segura. No me sentí explotada porque tenía el control. Tomé esa decisión. Sabía cuál era la película que estaba haciendo.
Confié en mi director. Me sentí como si estuviera en un ambiente seguro. Tuvimos cientos de conversaciones sobre estas escenas. Todos sentían un profundo respeto por la película que estábamos haciendo. Y en ese sentido, no tenía miedo. No me sentí incómoda en absoluto, a pesar de que eran escenas muy duras».
Ana de Armas sostiene que para contar la vida de Norma Jean fue necesario visitar momentos muy duros que provocarían incomodidad en el espectador, y vaya que lo han hecho.
Pero todo esto le ha salido muy caro a la película, pues no solo no llegó al #1 en Netflix, las calificaciones en sitios especializados son completamente reprobatorias; algunos opinan que Rubia ha sido únicamente otro mero pretexto para continuar sacando provecho de Marilyn, estrella de los años cincuenta que por mucho tiempo fue solamente vista como un producto de placer y que al día de hoy nadie deja en paz.
