lunes, diciembre 23, 2024

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Anna Faris revela que Ivan Reitman fue quien la acosó sexualmente en un set de filmación

Anna Faris, que prefirió no identificar a su agresor en los primeros días del movimiento #MeToo, ha revelado que el difunto cineasta de ‘Los Cazafantasmas’, Ivan Reitman, le dio una «nalgada» durante el primer día de producción de la comedia romántica de 2006, ‘Mi súper ex novia’.

La estrella de Hollywood señaló, incluso, que el fallecido director, que perdió la vida a los 75 años mientras dormía en su casa de Montecito, California, el pasado mes de febrero, le gritó delante de todos, lo que la hizo sentir «enojada, herida y humillada».

De acuerdo con información del sitio Deadline, Anna hizo los señalamientos durante una entrevista con Lena Dunham en un episodio de su podcast, ‘Unqualified’.

«Una de las experiencias cinematográficas más duras que viví fue con Ivan Reitman. Quiero decir, la idea de intentar hacer una comedia bajo este reino del terror, simplemente era horrible. Él era un gritón. Hacía caer a alguien todos los días… y mi primer día fui yo».

Anna, que comparte su hijo Jack, de 10 años, con su ex marido, el actor Chris Pratt, añadió que cuando Ivan le «gritaba» ella también se sentía «a la defensiva»: «También me dio una nalgada, fue un momento raro».

Cuando la creadora de ‘Girls’, Lena, le preguntó a Anna: «¿Y nadie intervino y dijo ‘no’?», Anna respondió: «No. Fue como en 2006».

En octubre de 2017, al comienzo del movimiento #MeToo, Anna había contado en su podcast un incidente de acoso sexual sin nombrar a Ivan.

En ese momento, ella afirmó: «Hacía una escena en la que estaba en una escalera y se suponía que sacaba libros de un estante y él me dio una nalgada en el cu** delante del equipo tan grande. Y todo lo que pude hacer fue reírme», dijo la actriz.

Y añadió: “Recuerdo que miré a mi alrededor y que los miembros del equipo decían: ‘Espera, ¿qué vas a hacer? Eso parecía raro’. Y así es como lo descarté. Pensé que no era para tanto. Me animaba a reírme, pero me hizo sentir pequeña. No le habría hecho eso al hombre protagonista. Estamos condicionados a reírnos como un modo de defensa».

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