Durante casi tres décadas el programa creado por Microsoft a inicios de los 90 fue la puerta de acceso a la red digital, una aplicación que supuso una revolución para millones de usuarios.
La historia de la informática e internet de las últimas tres décadas no podría entenderse sin Internet Explorer, una aplicación que llega a su fin este mes y que entró en servicio hace 27 años como un componente integrado dentro del sistema operativo Windows 95.
La última versión del programa, Internet Explorer 11, seguirá recibiendo actualizaciones de seguridad y apoyo técnico durante el ciclo de vida de la versión de Windows en la cual esté instalado (Windows 7 SP1, Windows 8, Windows 8.1 y Windows 10).
Internet Explorer alcanzó la cima de su popularidad en 2003 con casi el 95 % del uso de navegadores, pero desde entonces Microsoft encaró la competencia de otros servicios, y a mediados de aquella época la firma suspendió el desarrollo de nuevas funciones enfocándose en un navegador nuevo, que acabaría siendo Microsoft Edge (2015).
En agosto de 2021, Microsoft 365 puso fin a su apoyo del Internet Explorer y Microsoft Teams había terminado su apoyo para el IE en noviembre del año anterior.
La primera versión del navegador, Microsoft Internet Explorer, fue lanzada como un complemento de Microsoft Plus! para Windows 95 (1995).
Su éxito fue inmediato, y se convirtió en una herramienta imprescindible en la incipiente revolución digital del internet doméstico, con modems de 28K y 56K (tarifas planas nocturnas) o las líneas RDSI a 128 Kbps.
En 2002, Internet Explorer era la herramienta de navegación por excelencia, con un dominio total del mercado frente a otros navegadores como Netscape.
Sin embargo, la aparición de Mozilla Firefox supuso el principio del fin de ese dominio a mediados de aquella década, una situación que se agravó aún más con la llegada de otros competidores como Google Chrome (2008).
El legado de Internet Explorer es enorme, y abrió las puertas de internet a millones de usuarios de una manera sencilla a través de millones de webs , pero no ha estado exento de polémicas.
Ha sido objeto de muchas vulnerabilidades de seguridad y preocupaciones. La mayor parte de ellas provenientes de spyware, adware y virus informáticos que se transmitían a través de internet por la explotación de los fallos y defectos en la arquitectura de seguridad de Internet Explorer, y que a veces solo requerían nada más que la visualización de una página web maliciosa para instalar automáticamente el virus.