El actor y cómico Chris Rock no dudó en hacer alguna que otra broma sobre la agresión que sufrió a manos de Will Smith en la pasada gala de los Óscar, todo ello durante su espectáculo del pasado domingo en el PNC Bank Arts de Nueva Jersey.
Sin embargo, tras hacer referencia al intérprete, en tono jocoso, como si de una especie de peligroso convicto se tratara, el humorista quiso dejar muy claro que no se considera a sí mismo una «víctima» y que no tiene intención de explotar la polémica más que para hacer acopio de material chistoso de cara a sus próximos monólogos.
De hecho, el artista de 57 años lanzó varias pullas a aquellos de los que opina que son demasiado «sensibles» ante las adversidades de la vida.
Chris manifestó que quienes utilizan con demasiada ligereza la palabra «herido» nunca han recibido un «tortazo» como el suyo en medio de uno de los eventos televisivos con más audiencia del mundo.
«¡Exacto, eso sí que duele! Pero tuve que sacudírmelo de encima y me fui a trabajar al día siguiente… Yo no soy de esos que van al hospital porque se han cortado con una hoja», bromeó durante su actuación del pasado fin de semana.
Will Smith pierde 8.500 seguidores al día, tras la bofetada de los Oscar y su desaparición mediática
La pasada gala de los Premios Oscar celebrada en Los Ángeles, como gran regreso del glamour norteamericano tras el freno provocado por la crisis del coronavirus, marcó un antes y un después en la vida personal y profesional del actor Will Smith.
La bofetada que propinó al presentador del acto, el cómico Chris Rock, debido a una broma pesada acerca de la alopecia de Jada Pinkett, comparándola con la teniente O’Neill, fue, sin duda, el escándalo internacional del arranque del año.
Un enfrentamiento que, como no podía ser de otro modo, tocaba de lleno a los protagonistas del mismo y no precisamente para bien.
Aunque Smith recibió el galardón a mejor actor por su papel en el filme King Richard y su estatuilla no le fue arrebatada por la organización a pesar de su duro ataque, la estrella recibió una importante sanción por parte de los responsables: 10 años sin asistir a ningún acto organizado por la Academia de Hollywood.
Sin embargo, este veto no parece ser el único que está viviendo tanto Will como su esposa Jada Pinkett.