En el año 1998 llegó La Usurpadora a la pantalla chica. Desde el primer momento, esta producción mexicana se convirtió en una de las telenovelas preferidas de los espectadores de toda Latinoamérica.
La telenovela fue dirigida por Beatriz Sherida y estuvo producida por Salvador Mejía. Se transmitió a través de Televisa, logrando que los televidentes quedaran atrapados con cada parte de la historia.
A través de 120 episodios, este melodrama nos adentró en la historia de la villana Paola Bracho y de la humilde Paulina Martínez. Dos personajes que fueron interpretados por Gabriela Spanic, y que la catapultó en lo más alto de la fama.
Aunque se trata de una telenovela que estuvo en boca de todos y ganó mucha popularidad. Muchas personas no saben que la historia mexicana es un remake, y la versión original fue lanzada en los años 70.
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Lo cierto es que La Usurpadora es una historia que tuvo muchas remakes y diferentes versiones en varios países. Sin lugar a dudas, la adaptación más conocida de este melodrama en América Latina es la mexicana.
Pero la versión original de esta historia fue realizada en Venezuela. Su primer episodio salió a la luz en 1971, y la telenovela llevó el mismo nombre que la versión de México. Sin embargo, tuvo algunos cambios.
Aunque la historia es la misma, los personajes principales tenían otros nombres. Las gemelas se llamaban Alicia Estévez y Rosalba Bracho. Mientras que el interés amoroso de ambos era Daniel Bracho.
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El personaje principal fue interpretado por Marina Baura, quien al igual que Gabriela Spanic se enfrentó al desafío de dar vida a dos personajes en simultáneo. Como era de esperar, también fue aplaudida por este gran trabajo.
En cuanto al personaje que dio vida Fernando Colunga en la adaptación mexicana, la versión original de La Usurpadora contó con la actuación de Raúl Amundaray. Al igual que sus remake, este melodrama también se convirtió en un gran éxito.
La popularidad que ganó en 1971 provocó que la historia tuviera diferentes versiones a lo largo de varios años. Por este motivo, la telenovela fue vendida a muchos países y cada uno de ellos lanzó su versión. Sin dudas, se trata de un éxito imparable.
La usurpadora es una telenovela mexicana dirigida por Beatriz Sheridan y producida por Salvador Mejía para Televisa en 1998.
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Protagonizada por Gabriela Spanic interpretando un doble papel junto a Fernando Colunga, con las actuaciones antagónicas de Chantal Andere, Juan Pablo Gamboa, Mario Cimarro y Dominika Paleta. Cuenta además con la actuación de Libertad Lamarque, Magda Guzmán y Silvia Derbez.
Paola Bracho está casada con Carlos Daniel Bracho, un empresario muy amable, el cual tiene dos hijos de su primer matrimonio, Carlitos y Lisette. Sin embargo, Paola se siente aburrida con su vida como madre y como esposa, por eso decide irse a Cancún con su amante Luciano Alcántara.
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Allá en Cancún conoce a Paulina Martínez, quien trabaja en el baño de damas de un restaurante elegante, y es abrumada por la carga económica que supone la enfermedad de su madre moribunda Paula.
Paola se sorprende por el gran parecido que tiene con ella -son físicamente idénticas-, e intenta convencer a Paulina para que asuma su identidad dentro de su familia, y ella poder escaparse para divertirse con su amante, pero Paulina se niega rotundamente.
Durante su viaje y a bordo de un barco casino, Paola conoce a Alessandro Farina, un millonario empresario, quien deslumbrado por su belleza le propone irse con él a recorrer el mundo; Paola ve esto como un pretexto excelente para irse con Alessandro y obligar a Paulina a la suplantación.
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En cierta ocasión, Alessandro, para demostrarle a Paola que lo tendrá todo con él, le obsequia una pulsera de oro con esmeraldas y brillantes, y ésta utiliza la joya como instrumento para que Paulina finalmente acceda a sus deseos simulando un robo.
Paulina cae en la trampa y accede a suplantar a Paola, sumando hechos recientes como la muerte de su madre y el abandono de Osvaldo, su novio.
Es así como ella se convierte en «La usurpadora», acudiendo a la mansión de los Bracho y cayendo en la cuenta de que en aquella casa a la verdadera Paola casi nadie la soporta.
Entre los que la aborrecen están Estefanía, la hermana de Carlos Daniel, ya que siempre supo de la relación oculta que sostenían Paola y su marido Willy, además de Rodrigo y Patricia (hermano y cuñada de Carlos Daniel respectivamente). Aunque Rodrigo siempre trata duramente a Paola, Patricia para evitar problemas en la familia la trata de manera normal.
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Paulina es una joven solitaria de muy buenos sentimientos, así que como la nueva Paola Bracho les empieza a mostrar a la familia su faceta de generosidad, ante lo cual todos quedan sorprendidos con el sorprendente e insólito cambio de «Paola»; finalmente Paulina apegándose a la familia Bracho y enamorándose de su supuesto esposo.
Más tarde, Carlos Daniel se enamora también de la faceta amable de su esposa, sin saber que en realidad se está enamorando de Paulina. Mientras que en escena aparece Gema, prima lejana de Carlos Daniel, quien intenta seducirlo todo el tiempo.
Tras el paso de casi un año en la casa de los Bracho Paulina encuentra por fin su verdadera felicidad, pero entonces Carlos Daniel y los hermanos Bracho descubren la farsa y Paulina se ve obligada a huir recomendada por la Abuela Piedad, matriarca de los Bracho, quien fuera la primera en descubrir la usurpación.
La huida de Paulina trae consecuencias, ya que Carlitos, el hijo mayor de Carlos Daniel, decide ir tras ella, siendo aún ignorante de la usurpación, y en su viaje cae inconsciente en un barranco lejos de su casa, y por consiguiente es dado por desaparecido por su familia.
La verdadera Paola regresa a la casa un poco desconcertada por el cambio que ha tenido la familia, pero sigue fingiendo ser una esposa ejemplar delante de la familia, sobre todo de Carlitos y Lisette.
Paulina se reencuentra con una vieja amiga de Cancún, con quien se queda a vivir por unos días hasta que consigue trabajo en una casa para cuidar de una anciana, donde también se reencuentra con Osvaldo, su exnovio, quien está ahora casado con Lourdes, la dueña de la casa. Es entonces cuando Paulina se da cuenta de la desaparición de Carlitos, y llama a los Bracho para ofrecer su ayuda.
Como Carlitos seguía desaparecido, Paulina decide regresar a la casa Bracho con la intención de confrontar a Paola, pero solo se encuentra con el hecho de que Paola ha vuelto a huir con uno de sus amantes, esta vez con Douglas Maldonado, un millonario de Cuernavaca.
Luego se descubre que Carlitos estaba con Chabela Rojas y con «El Mojarras», dos personas humildes quienes cuidaron de él todo ese tiempo, el único problema era que Carlitos estaba desmemoriado cuando lo encontraron en la barranca.
Las cosas se complican más para Paulina cuando Gema y Willy deciden denunciarla a ella y a Paola por la usurpación. Paulina al final acepta ser Paulina Martínez y no Paola Bracho y es detenida.
Merino, el comandante de la policía, le revela a Paulina que ella y Paola Bracho son hermanas gemelas separadas cuando eran niñas. Esto lo supo debido a una carta enviada por Filomena, una vecina de Paulina de Cancún.
Paula, la madre de ambas, al no poder hacerse cargo de las dos, entrega a Paola a una casa hogar donde más tarde es adoptada por la acomodada familia Montaner, misma que forjó su carácter frívolo y refinado.
Paulina es llevada a la cárcel de mujeres, donde se encuentra con Cenobia, la hermana de Chabela, quien estaba detenida acusada de extorsión a la familia Bracho por pedir dinero por el secuestro de Carlitos.
Ésta le guarda odio y rencor a ella y a la familia Bracho. Es ahí donde Paulina tiene que afrontar su destino, y su libertad queda en manos del Lic. Edmundo Serrano.
Paola había tenido un accidente en Mónaco, el cual le dejó secuelas a futuro, y en uno de sus viajes en avión se descompensa, quedando en coma por un largo tiempo.
La familia Bracho debe hacerse cargo de ella ya que se encuentra lisiada y vuelve a vivir a la mansión acompañada por Elvira, su cómplice y frívola enfermera.
Se lleva a cabo el juicio oral contra Paulina, en el cual se descubre que esta es inocente y logra salir en libertad. Paulina decide irse a vivir a un hotel y Carlitos va a vivir con ella. Paulina, comienza una relación con su abogado Edmundo Serrano para olvidar a Carlos Daniel y respetar a su hermana, quien aún está casada con él.
Al final Elvira, la enfermera cómplice de Paola, termina por darse cuenta de la maldad sin límites de Paola y decide contarle a la Abuela Piedad que ella en verdad no está lisiada, que se había recuperado hacía mucho tiempo en el hospital pero continuó fingiendo su condición para que no la abandonaran, y que ella la había respaldado y ayudado, sin sospechar que Paola estaba escuchando detrás de la puerta.
Al día siguiente Paola sale con Elvira en el auto con una excusa, pero en el camino le confiesa que sabe lo que hizo y que por traidora la va a callar para siempre. La aterrada Elvira intenta quitarle el volante a Paola y en el forcejeo pierden el control del vehículo y caen por un barranco explotando el vehículo.
Elvira muere y Paola sobrevive aunque sus heridas son muy graves, ya en el hospital se arrepiente y les pide perdón a Paulina y Carlos Daniel por el daño que le hizo. Después de obtener su perdón, Paola muere. Paulina y Carlos Daniel finalmente se casan y son felices.