domingo, noviembre 24, 2024

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5 beneficios de beber agua a primera hora

Las bebidas por excelencia nada más despertar suelen ser las revitalizantes. El café y el té se han convertido en una obligación mañanera para aquellos que necesitan un impacto para comenzar el día.

Sin embargo, existe otra opción para aquellos que quieren una alternativa con tantos beneficios como el agua y algunas condiciones provechosas cuando el vaso se sirve a primera hora.

Mejor humor

A algunos les puede sonar a broma, pero hay varios estudios científicos que refrendan la teoría de que beber agua después de despertarse es bueno para el ánimo. Una prueba reciente de Instituto de Salud Pública y Medio Ambiente de la Universidad de Pekín (China) comprobó que la deshidratación tiene efectos negativos en la autoestima y la relación con los demás.

La razón es que el 75 % de la masa cerebral es agua y, por tanto, necesita una buena hidratación para sus funciones. Si no se completan los niveles adecuados, las sensaciones relacionadas con la mente estarán condicionadas de una manera negativa. 

David Benton, de la Universidad de Oxford, apunta a que se ha demostrado también que sin la correcta hidratación hay una mayor sensación de fatiga, capacidad de atención y esto también afecta al estado de ánimo.

Otro estudio liderado por la neurocientífica Nathalie Pross aumentaba este tipo de provechosos efectos porque descubrió que entre quienes beben más agua hay especialmente una mejor percepción de las sensaciones relacionadas con dormir y despertar, así como una mayor percepción de calma, satisfacción y emociones positivas.

Ayuda a algunos procesos físicos y al ejercicio

Beber agua o hidratarse de diferentes maneras juega un papel fundamental a la hora de reducir los problemas de próstata o asociados a cuestiones renales, puesto que el líquido resulta fundamental para las funciones físicas del riñón a la hora de deshacerse de algunos desechos del organismo. Ya sabemos cuántos vasos de agua hay que beber al día.

Al permanecer durante numerosas horas de manera estática durante el sueño, una de las primeras tareas del cuerpo es eliminar lo acumulado durante la noche a través de la orina. Aunque es habitual que los seres humanos sean más perezosos en verano, levantarse tiene que incluir la rehidratación.

Especialmente con más calor, pues es diferente la cantidad de agua que debemos beber en verano. Es entonces cuando se necesita de nuevo reponer el agua que se ha evacuado con la primera visita al baño o para ayudar con procesos inconclusos.

Además, la ciencia ha demostrado que beber agua ayuda a que crezcan los músculos.

Por otra parte, el déficit de hidratación desde el comienzo del día se puede sumar a algunos perjuicios asociados al inadecuado consumo de agua, cuyos efectos son diversos y nocivos. 

Un informe médico publicado en Nutrients enumera hasta ocho efectos negativos en la salud que van desde problemas de termorregulación del cuerpo hasta problemas vasculares, lo que deriva en mayores riesgos de trastornos y enfermedades graves.

Las pruebas efectuadas apuntan especialmente a los sujetos de más edad, aunque también incluyen a los jóvenes en los efectos negativos sobre la hipertensión y el sistema cardiovascular.

También señalan que afecta a la predisposición para la actividad física, donde la hidratación en general es fundamental para los músculos y el cuerpo. De este modo, para aquellos que quieren comenzar con ejercicio, beber agua supone un requisito indiscutible en la mañana.

Después también hay que prestar atención, porque cada persona debe conocer lo que necesita comer y beber después del entrenamiento. Además, la hidratación para el ejercicio físico facilitará ganar músculo, según la ciencia.

Ponerse en marcha

Si bien la hidratación es necesaria durante todo el día para una correcta estabilidad de los procesos cerebrales, durante la mañana resulta clave especialmente entre aquellos que necesitarán estar despiertos y atentos desde primera hora (estudiantes, trabajadores de turno de mañana, etc.).

Según una prueba entre estudiantes chinos, cuando no estaban correctamente hidratados perdían la capacidad de atención y de memorizar más rápidamente. Además, sus reacciones eran más lentas y cometían más errores en sus tests.

Cuando el calor aprieta también hay que considerar la hidratación. Calcular cuántos litros de agua hay que beber en un día verano no tiene por qué ser un dolor de cabeza si se empieza desde buena mañana reponiendo los líquidos.

Mejor piel

Las pruebas científicas de que una buena hidratación es clave para la piel son extensas y detalladas. La composición de la piel incluye un 30 % de agua y esto resulta fundamental para su mantenimiento, elasticidad y brillo. Así que beber uno o dos vasos de agua tras levantarse ayuda a comenzar el día con buena cara y con menos arrugas.

Perder peso

La relación entre la hidratación y el peso está ampliamente documentada. Empezar el día bebiendo agua ya predispone al metabolismo para continuar con la hidratación. En ese sentido, un estudio de la Universidad de Carolina del Norte ha revelado que el agua «cumple un papel en la relación entre el rápido aumento de la obesidad y otras enfermedades relacionadas».

De ahí que los patrones de comportamiento a la hora de beber resulten fundamentales y un vaso de agua en la mañana facilita cumplir con las necesidades de todo el día.

Un estudio del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud de Universidad San Pablo-CEU ha mostrado la conexión entre la ingesta de agua y un cuerpo más sano.

«Un equilibrio de la mejora de agua podría ser muy útil para prevenir problemas de sobrepeso y obesidad«, explican los investigadores con un estudio desarrollado en España.

Según algunos investigadores, esto se debe a que una correcta hidratación reduce las necesidades de comer que pueden ser estimuladas por el cerebro para completar sus necesidad de hidratación.

Por ejemplo, en un día caluroso, si existe un proceso de deshidratación puede aparecer la tendencia a ingerir alimentos con apariencia de frescor y satisfacción de la sed, mientras que con una ingesta equilibrada de agua no se añadirían más comidas de las habituales.

Evidentemente, la pérdida de peso o el control del mismo no depende únicamente de la ingesta de agua. Hay que desterrar ese tipo de mitos sobre la hidratación que perjudican a la salud. Pero la hidratación puede resultar fundamental desde primera hora de la mañana.

Por ejemplo, muchas personas reducen su desayuno al incorporar líquido después de levantarse. Si es agua, el día ya habrá comenzado de la mejor manera.

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