Alec Baldwin vuelve a estar en el ojo del huracán con una nueva acusación de homicidio involuntario por la tragedia ocurrida en el set de la película «Rust». Un gran jurado formalizó la acusación este viernes, reviviendo un caso que había estado inactivo.
Baldwin, actor principal y coproductor, estaba apuntando con un arma a la directora de fotografía Halyna Hutchins durante un ensayo cuando un disparo fatal impactó en su pecho, resultando en su trágica muerte.
Baldwin asegura que solo apretó el martillo, no el gatillo, desencadenando el suceso.
Los jueces recientemente suspendieron demandas civiles que buscaban compensación de Baldwin y los productores de Rust.
Fiscales especiales, tras recibir un nuevo análisis balístico del arma, decidieron llevar el caso nuevamente ante el gran jurado.
El análisis, basado en piezas de repuesto, concluyó que el gatillo debió haberse apretado o presionado, contradiciendo la versión de Baldwin.
La supervisora de armas, Hannah Gutiérrez-Reed, enfrenta cargos y su juicio está programado para febrero.
Mientras tanto, el subdirector de Rust, David Halls, aceptó una sentencia suspendida por manejo inseguro de un arma de fuego y colaborará en la investigación.
Las demandas civiles, incluidas las presentadas por la familia de Hutchins, acusan negligencia en las normas de seguridad. La empresa Rust Movie Productions pagó una multa de $100,000 por violaciones de seguridad en el lugar de trabajo.
A pesar de la tragedia, el rodaje de Rust se reanudó en Montana con un acuerdo con el viudo de Hutchins, quien ahora es productor ejecutivo.