Los archivos desclasificados del FBI han arrojado luz sobre uno de los capítulos más controvertidos de la vida de Diego Armando Maradona. Esta semana, datos previamente ocultos han salido a la superficie, revelando que el legendario futbolista argentino estuvo bajo la lupa del Buró de Investigaciones de Estados Unidos después de un escandaloso incidente de dopaje a fines de 1996.
Según los informes publicados en el portal del FBI, en septiembre de 1996, investigadores no identificados contactaron a la agencia en Uruguay «investigando acusaciones de uso/posesión de drogas por parte del futbolista argentino».
La información sugiere que parte de la investigación involucraba alegaciones de que Maradona había sustituido su muestra de orina por la de otra persona durante las pruebas de drogas realizadas por su equipo, Boca Juniors.
El FBI también fue instado a determinar si el laboratorio de Boston, que había llevado a cabo las pruebas de dopaje de Maradona en la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos, aún conservaba la muestra de orina del futbolista argentino.
Recordemos que Maradona dio positivo por efedrina en ese torneo, lo que resultó en su expulsión del equipo nacional y su famosa frase, «Me cortaron las piernas».
En una conversación con Infobae el pasado junio, Daniel Bolotnicoff, quien actuaba como representante de Maradona en ese momento, compartió su versión de los acontecimientos. Según Bolotnicoff, Maradona tomaba un complejo vitamínico llamado «Ripped Fast,» que supuestamente contenía sustancias inocuas.
Sin embargo, cuando el equipo se encontraba en Estados Unidos, se agotaron las existencias y compraron un suplemento similar llamado «Ripped Fuel,» que contenía una sustancia que se metabolizaba como efedrina, lo que desencadenó la controversia. Bolotnicoff desmintió las afirmaciones de la FIFA sobre un supuesto cóctel de sustancias prohibidas.
La investigación de 1996 tenía como objetivo comparar la muestra de orina de Maradona de ese año con la de 1994, para determinar si el futbolista había sustituido la muestra original por la de otra persona.
Sin embargo, en los archivos desclasificados se revela un segundo documento, fechado una semana después, en el que se ordena «discontinuar» la investigación. La razón: se había obtenido otra muestra para realizar la comparación.
Este episodio arroja nueva luz sobre la vida tumultuosa de Maradona, cuyo legado en el mundo del fútbol sigue siendo imborrable, a pesar de las sombras que lo persiguieron en ciertos momentos de su carrera.
Su última prueba positiva de dopaje en agosto de 1997, cuando jugaba para Boca Juniors, marcó su retiro definitivo del fútbol profesional apenas cinco semanas después.
La revelación de estos archivos desclasificados plantea una serie de interrogantes y abre una ventana a un período controvertido en la vida del astro argentino, donde las sospechas de uso de sustancias prohibidas eran una sombra constante.