sábado, noviembre 23, 2024

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Metrópolis de Centroamérica y República Dominicana presentan muchos factores de riesgo de desastre

La densidad poblacional y las amenazas físicas presentes en las zonas metropolitanas de Centroamérica y República Dominicana favorecen la recurrencia de desastres, en especial los relacionados con riesgos de tipo hidrometeorológico, según el Sexto Informe del Estado de la Región.

Leonardo Merino Trejos, vocero del análisis espacial sobre la incidencia de los desastres en la región durante el periodo 1950-2020 y su relación con variables seleccionadas desde las perspectivas física, demográfica y territorial, señaló que, además de las metrópolis, el estudio identifica a las zonas costeras como territorios críticos.

“En el periodo estudiado, observamos una intensa ocurrencia de desastres en los países centroamericanos y República Dominicana, principalmente en las zonas aledañas a las capitales. Esto es producto de una compleja combinación de amenazas naturales, como el relieve y la altitud, y antropogénicas, como la densidad poblacional asociada con la mala gestión del ordenamiento territorial”, explica Merino Trejos.

El Informe hace énfasis en que el estudio es una aproximación espacial general sobre el escenario multiamenaza en la región y no un análisis comparado entre los países, debido a las brechas en la cantidad y calidad de la información disponible y a diferencias en las definiciones entre los territorios.

En cuanto al tipo de desastre, los registros disponibles evidencian que las inundaciones y los deslizamientos abarcan el 85,4% de los casos, con unos 26.000 para el período 1950-2020; afectaron a viviendas en zonas de ladera o a orillas de los ríos, comunes en la región, pero también a zonas de cultivos susceptibles a inundaciones, golpeadas en ocasiones por fuertes lluvias recurrentes.

La sequía es el tercer desastre más registrado en Centroamérica, una región ya de por sí vulnerable a los eventos relacionados con el cambio climático.

El análisis demuestra que, en general, los países han ido registrando cada vez más desastres a través de los años. Mientras que entre 1950 y 1989 hubo menos de 400 eventos por año, a partir de 1990 esa cantidad aumentó abruptamente, particularmente en el 2010, cuando hubo un total de 2.544 registros a nivel regional.

Posteriormente, se presentó un menor nivel de registros, especialmente en los últimos años, que han sido más secos.

Merino Trejos subraya que las condiciones socioeconómicas propias de algunas urbes centroamericanas y de República Dominicana obligan a sus habitantes a vivir situaciones de riesgo. Asimismo, hace hincapié en que gran parte del crecimiento urbano futuro se concentrará en ciudades pequeñas y medianas que, al igual que las metrópolis, crecen sin planificación territorial, lo cual podría aumentar la frecuencia de los desastres.

“En ese sentido, del estudio surgen oportunidades para priorizar las políticas públicas de gestión del riesgo con visión territorial, sobre todo las preventivas y de alerta temprana, en las zonas que concentran una mayor incidencia de desastres”, concluye el vocero.

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