Al menos 28 fallecidos, 14 de ellos en Guatemala, cuatro en Honduras, nueve en El Salvador, y miles de damnificados ha dejado el paso por Centroamérica de la tormenta Julia.
En la localidad guatemalteca de Panzós Alta Verapaz, en el centro norte del país, perecieron cinco personas al quedar sepultadas por un alud de tierra tras el desprendimiento de una ladera sobre sus casas, y en el departamento de Huehuetenango fallecieron nueve personas, entre ellas un soldado que murió al cruzar un río durante las labores de rescate.
Hasta el momento el paso de Julia por Guatemala ha dejado 167.000 hogares con problemas de energía y una hidroeléctrica con daños, dijo a la prensa el presidente Alejandro Giammattei, quien agregó que México ha ofrecido abastecer de energía algunas zonas.
El gobierno guatemalteco se apresta a declarar el estado de calamidad en todo el territorio, con lo que tiene permitido limitar garantías constitucionales como la locomoción y establecer cordones sanitarios, así como centralizar la ayuda.
El gobierno ordenó el despliegue de personal civil y militar para apoyar a los damnificados y los bomberos y la Cruz Roja están en las zonas afectadas apoyando la evacuación de cientos de personas. El Ministerio de Educación canceló las clases y fueron suspendidos hasta el miércoles los vuelos de deportados desde Estados Unidos y México hacia el país centroamericano.
Según datos oficiales Julia, que ya se degradó a un remanente, cruzará todo el país rumbo hacia el sur de México.
En El Salvador tocó tierra el domingo con fuertes aguaceros y vientos sostenidos de 70 kilómetros por hora que provocaron el desbordamiento de ríos, la caída de árboles en las carreteras y dejaron las calles de las ciudades anegadas.
Al menos cinco soldados murieron soterrados al colapsar la pared de una casa donde se resguardaban de la lluvia en el municipio de Comasagua, donde desde hace una semana más de 2.000 militares y unos 500 policías participan de un cerco de seguridad para perseguir a pandilleros en la zona. Otro soldado resultó lesionado.
Las autoridades también localizaron sin vida a un motociclista que fue arrastrado por una correntada en el municipio de Amenia, departamento de Sonsonate. Junto al hombre quedó la motocicleta en la que se transportaba.
En el municipio salvadoreño de Guatajiagua, en el oriente del país, dos personas fallecieron luego del colapso de un muro que destruyó su vivienda, confirmó la Policía Nacional Civil.
En tanto, en una zona rural del municipio de Caluco, departamento occidental de Sonsonate, un hombre de 72 años falleció cuando un árbol cayó sobre su vivienda, informó en conferencia de prensa el director de Protección Civil, Luis Amaya. Otras dos personas resultaron heridas en el mismo hecho.
Las fuertes precipitaciones ocasionaron el desbordamiento del Río Grande, uno de los más caudalosos del país, y la inundación de varias viviendas en las colonias Carrillo y Brisas del Río de la ciudad de San Miguel, a 135 kilómetros de la capital, pero no se reportaron víctimas debido a que las autoridades locales los alertaron del riesgo y la mayoría salieron de la zona.
El agua que cubrió la zona alcanzó hasta dos metros de altura y los rescatistas tuvieron que usar pequeñas lanchas para evacuar algunas personas que se quedaron rezagadas, y lazos para evitar que la corriente los arrastrara.
El director de albergues de El Salvador, Josué Garcia, dijo que fueron activados 25 de los 80 albergues que han preparado y que alrededor de unas 1.000 personas ya están recibiendo atención en esas instalaciones.
El gobierno salvadoreño desplegó miles de soldados para apoyar las labores de evacuación tanto en la zona oriental del país como en comunidades de la capital.
El Congreso salvadoreño decretó el sábado por la noche un estado emergencia nacional por 15 días y facultó a Protección Civil a realizar evacuaciones obligatorias de poblaciones en riesgo.
El aeropuerto internacional de la capital restringió algunas operaciones, pero el lunes por la mañana mantenía activos los vuelos comerciales. Asimismo, el Ministerio de Educación acordó extender hasta el martes la suspensión de clases.
En Honduras, los bomberos confirmaron el rescate en el municipio norteño de Choloma del cuerpo de una mujer de 22 años que murió el sábado al ser arrastrada por la corriente de un río que creció debido a las intensas lluvias.
Asimismo, las autoridades municipales confirmaron a AP la muerte de tres personas, una pareja y una niña de 4 años, al naufragar una canoa en el municipio norteño de Brus Laguna.
El ministro director del Fondo Hondureño de Inversión Social, Octavio Pineda Paredes, dijo a medios locales que al menos 193 municipios y 973 tramos carreteros sufrieron afectaciones, y que la parte del occidente, sur y el departamento de El Paraíso se mantienen en la alerta máxima.
En Nicaragua el lunes amaneció despejado y con sol en la mayor parte de las regiones afectadas, aunque seguía lloviendo en los departamentos de León y Chinandega, las últimas zonas azotadas por Julia al salir del territorio nacional.
El alcalde del departamento norteño de Jinotega, Leónidas Centeno, informó que un hombre de 24 años falleció el domingo en la comunidad de Las Latas cuando le cayó encima un árbol.
El gobierno mantiene el estado de alerta roja y para este lunes ordenó suspender las clases en todas las escuelas, colegios y universidades públicas y privadas. También pidió a la población tomar precauciones debido a las inundaciones causadas por la lluvia y el desborde de al menos 78 ríos en distintas zonas del país.
Las autoridades no han ofrecido un balance sobre los daños ocurridos en la localidad caribeña de Laguna de Perlas, donde el huracán impactó con toda su fuerza la madrugada del domingo y que quedó sin luz y totalmente incomunicada.
En la localidad caribeña de Bluefields muchas personas amanecieron reparando los techos de sus viviendas y despejando calles cubiertas de troncos y basura. Pobladores dijeron que la ciudad se quedó sin luz porque varios árboles cayeron sobre los cables del tendido eléctrico y el servicio hasta el momento no ha sido restablecido.
Durante una visita a La Guajira para evaluar los daños, el presidente colombiano, Gustavo Petro, manifestó preocupación por la ruptura de la comunicación terrestre, y propuso un plan a corto plazo para que los militares construyan puentes o vías alternativas de emergencia.
En La Guajira cerca de 5.000 personas resultaron afectadas por las inundaciones y en el departamento se declaró la calamidad pública.